BTT
Amanece un viernes increible, buenísima temperatura y un sol tremendo.
Salgo a primera hora a recorrer los mismos 50 km del día anterior con el fin de apretar donde más me costó pedalear ayer.
Y así ha sido.
Buen entreno dejando las piernas durísimas, y el cuerpo en un desgaste que he recuperado con el buen comer y beber.
Preparo los cacharros para partir a las montañas.
Michel me espera para ir en busca de las sensaciones que más nos hace vibrar el corazón.
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